Las mejores 99 frases de Goethe

Si en algún momento has escuchado la frase "En el principio era la acción", has topado con Johann Wolfgang von Goethe, la joya literaria de Alemania y, sin duda, uno de los gigantes de la literatura mundial. Nacido en 1749 en Fráncfort, este camaleón artístico no se conformó con dominar un solo género o disciplina. Poesía, novela, teatro, ciencia... ¡Goethe lo hacía todo y lo hacía espectacularmente bien!

Irene Paredes

Frases de Goethe

  1. La fidelidad es el esfuerzo de un alma noble para igualarse a otra más grande que ella.
  2. Podrían engendrarse hijos educados si lo estuvieran los padres.
  3. Se dice que las mujeres son vanidosas por naturaleza; es cierto, pero les queda bien y por eso mismo nos agradan más.
  4. Todo aquel que aspira al poder ya ha vendido su alma al diablo.
  5. La juventud quiere mejor ser estimulada que instruida.
  6. ¿Cuál es el mejor gobierno? El que nos enseña a gobernarnos a nosotros mismos.
  7. Puedo prometer ser sincero, pero no imparcial.
  8. La belleza es indivisible; el que ha llegado a poseerla, antes de compartirla prefiere anonadarla.
  9. Si cada uno limpia su acera, la calle estará limpia.
  10. El hombre más feliz del mundo es aquel que sepa reconocer los méritos de los demás y pueda alegrarse del bien ajeno como si fuera propio.
  11. Al entrar en sociedad deben cogerse las llaves del corazón y meterlas en el bolsillo; los que las dejan en su sitio son estúpidos.
  12. Todo comienzo tiene su encanto.
  13. La creencia no es el principio, sino el fin de todo conocimiento.
  14. Hay quién porque golpea la pared con un martillo se cree clavar clavos.
  15. El amor no se domina; se cultiva.
  16. Todo se soporta en la vida, con excepción de muchos días de continua felicidad.
  17. El comportamiento es un espejo en el que cada uno muestra su imagen.
  18. Lo que habéis heredado de vuestros padres, volvedlo a ganar a pulso o no será vuestro.
  19. El único hombre que no se equivoca es el que nunca hace nada.
  20. El espíritu humano avanza de continuo, pero siempre en espiral.
  21. Cierto que en el mundo de los hombres nada hay necesario, excepto el amor.
  22. La inteligencia y el sentido común se abren paso con pocos artificios.
  23. La multitud no envejece ni adquiere sabiduría: siempre permanece en la infancia.
  24. La locura, a veces, no es otra cosa que la razón presentada bajo diferente forma.
  25. Muchos hombres no se equivocan jamás porque no se proponen nada razonable.
  26. Cuando más desquiciada está la vida de la mente, más abandonada a sí misma queda la máquina de la materia.
  27. Cuando el hombre no se encuentra a sí mismo, no encuentra nada.
  28. Los genios son peligrosos para los talentos jóvenes, pues no hacen más que reproducirlos creyendo reproducirse a sí mismo.
  29. Bueno es tener la alegría en casa y no haber menester de buscarla fuera.
  30. Trata a un ser humano tal como es, y seguirá siendo lo que es; trátalo como puede y debe ser, y se convertirá en lo que puede y debe ser.
  31. El hombre se cree siempre ser más de lo que es, y se estima menos de lo que vale.
  32. No nos hacemos libres por negarnos a aceptar nada superior a nosotros, sino por aceptar lo que está realmente por encima de nosotros.
  33. No podemos modelar a nuestros hijos según nuestros deseos, debemos estar con ellos y amarlos como Dios nos los ha entregado.
  34. ¿Quién osó luchar con los dioses, y quién con el Único? Es hermoso ser un discípulo de Homero, aunque sea el último.
  35. Si la mañana no nos desvela para nuevas alegrías y, si por la noche no nos queda ninguna esperanza, ¿es que vales la pena vestirse y desnudarse?
  36. Una vida inútil equivale a una muerte prematura.
  37. Para conocer a la gente hay que ir a su casa.
  38. ¡Como te pareces al agua, alma del hombre! ¡Como te pareces al viento, destino del hombre!
  39. El hombre sordo a la voz de la poesía es un bárbaro.
  40. Las palabras de aliento después de la censura son como el sol tras el aguacero.
  41. Yo amo a aquel que desea lo imposible.
  42. Asombro: lo más elevado a que puede llegar el hombre.
  43. A veces nuestro destino semeja un árbol frutal en invierno. ¿Quién pensaría que esas ramas reverdecerán y florecerán? Mas esperamos que así sea, y sabemos que así será.
  44. La noche es la mitad de la vida y la mejor mitad.
  45. Un loco enamorado sería capaz de hacer fuegos artificiales con el sol, la luna y las estrellas, para recuperar a su amada.
  46. Los pecados escriben la historia, el bien es silencioso.
  47. El mal está sólo en tu mente y no en lo externo. La mente pura siempre ve solamente lo bueno en cada cosa, pero la mala se encarga de inventar el mal.
  48. Contra la estupidez, hasta los dioses luchan en vano.
  49. Lo que no comprendemos no lo poseemos.
  50. Nadie es más esclavo que el que se tiene por libre sin serlo.
  51. Si no pretendiéramos saber todo con tanta exactitud puede que conociéramos mejor las cosas.
  52. La actividad es lo que hace feliz al hombre.
  53. Uno tiene que ser algo para poder hacer algo.
  54. La venganza más cruel es el desprecio de toda venganza posible.
  55. Ciertos libros parecen haber sido escritos no para aprender de ellos sino para que se reconozca lo que sabía su autor.
  56. El cobarde sólo amenaza cuando está a salvo.
  57. Los sentimientos delicados que nos dan la vida yacen entumecidos en la mundanal confusión.
  58. Sólo es digno de libertad quien sabe conquistarla cada día.
  59. El aburrimiento es una mala hierba, pero también una especia que hace digerir muchas cosas.
  60. La ventaja se la lleva aquel que aprovecha el momento oportuno.
  61. Da más fuerza saberse amado que saberse fuerte: la certeza del amor, cuando existe, nos hace invulnerables.
  62. Cuando he estado trabajando todo el día, un buen atardecer me sale al encuentro.
  63. El hombre feliz es aquel que siendo rey o campesino, encuentra paz en su hogar.
  64. No basta saber, se debe también aplicar. No es suficiente querer, se debe también hacer.
  65. Nada hay más terrible que una ignorancia activa.
  66. Nadie sabe lo que hace mientras actúa correctamente, pero de lo que está mal uno siempre es consciente.
  67. Si los hombres, una vez que han hallado la verdad, no volviesen a retorcerla, me daría por satisfecho.
  68. Feliz el que reconoce a tiempo que sus deseos no van de acuerdo con sus facultades.
  69. El amor es una cosa ideal; el matrimonio, una cosa real; la confusión de lo real con lo ideal jamás queda impune.
  70. Los perezosos siempre hablan de lo que piensan hacer, de lo que harán; los que de veras hacen algo no tienen tiempo de hablar ni de lo que hacen.
  71. La existencia dividida por la razón deja siempre un resto.
  72. Una vida ociosa es una muerte anticipada.
  73. Pensar es más interesante que saber, pero menos interesante que mirar.
  74. Es un gran error creerse más de lo que uno es, o menos de lo que uno vale.
  75. Todas las épocas decadentes son subjetivas y por contra todas las épocas de progreso son objetivas.
  76. Si se quisieran estudiar todas las leyes, no habría tiempo material de infringirlas.
  77. Si yo pinto a mi perro exactamente como es, naturalmente tendré dos perros, pero no una obra de arte.
  78. Somos todos tan limitados, que creemos siempre tener razón.
  79. Actuar es fácil, pensar es difícil; actuar según se piensa es aún más difícil.
  80. Toda palabra dicha despierta una idea contraria.
  81. Los malentendidos y la negligencia crean más confusión en el mundo que el engaño y la maldad. En todo caso, estos dos últimos son mucho menos frecuentes.
  82. Las ideas audaces son como piezas de ajedrez. Pueden ser vencidas, pero también pueden iniciar una partida victoriosa.
  83. El que quiera tener razón y habla solo, de seguro logrará su objetivo.
  84. No hablaríamos tanto en sociedad si nos diéramos cuenta del poco caso que hacen los demás de lo que decimos.
  85. Ni aún el genio más grande iría muy allá si tuviera que sacarlo todo de su propio interior.
  86. Las grandes pasiones son enfermedades incurables. Lo que podría curarlas las haría verdaderamente peligrosas.
  87. Lo peor que puede pasarle aun hombre es llegar a pensar mal de sí mismo.
  88. El suicidio sólo debe mirarse como una debilidad del hombre, porque indudablemente es más fácil morir que soportar sin tregua una vida llena de amarguras.
  89. Con el conocimiento se acrecientan las dudas.
  90. Estar preocupado es ser inteligente, aunque de un modo pasivo. Sólo los tontos carecen de preocupaciones.
  91. Se tiende a poner palabras allí donde faltan las ideas.
  92. No preguntemos si estamos plenamente de acuerdo, sino tan sólo si marchamos por el mismo camino.
  93. El niño es realista; el muchacho, idealista; el hombre, escéptico, y el viejo, místico.
  94. El amor y el deseo son las alas del espíritu de las grandes hazañas.
  95. Nunca se desprende uno de lo que le pertenece, aunque lo tire o lo regale.
  96. Un hombre de noble corazón irá muy lejos, guiado por la palabra gentil de una mujer.
  97. Las dificultades aumentan conforme se aproxima uno al fin.
  98. El talento se desarrolla en lugares tranquilos, el carácter en el tumultuoso curso de la vida.
  99. La ley es poderosa, pero más poderosa es la necesidad.

Goethe: El titán literario de la Alemania romántica

Quizás lo conozcas por "Fausto", esa epopeya filosófica y trágica sobre un hombre que hace un pacto con el diablo. Pero este no fue el único as bajo la manga de Goethe. Sus "Afinidades electivas", "Las desventuras del joven Werther" (que desató una verdadera "Werthermanía" en su tiempo y un montón de jóvenes desesperadamente románticos llevando chalecos azules) y su poesía lírica también han dejado huella en el corazón de lectores de todo el mundo.

Más allá del escritor, Goethe fue un verdadero Renacentista en pleno Romanticismo. Se sumergió en estudios de botánica, anatomía y color. De hecho, su "Teoría de los colores" desafió a no menos que a Isaac Newton y su concepción sobre la luz y el color. ¡Nada mal para un poeta!

Si pudiéramos tomar un café con Goethe, probablemente no dejaríamos de hablar en horas. Discutiríamos sobre el amor (un tema recurrente en su obra y su vida), sobre la naturaleza, sobre la esencia del ser humano, y quizás incluso sobre la tensión entre la razón y la pasión. Además, seguro nos contaría sobre sus amistades con otros grandes, como Schiller, y sus viajes, en especial su amor por Italia.

A pesar de su genialidad, Goethe también fue humano, con sus conflictos y dilemas. Su vida estuvo marcada por amores tormentosos, amistades intensas y una búsqueda incesante de conocimiento y verdad. Y todo eso, toda esa rica tapeza humana, lo volcó en su obra.

Cuando murió en 1832, Alemania y el mundo perdieron a un verdadero titán de las letras. Pero su legado, sus palabras y su espíritu inquisitivo siguen vivos, inspirando a generaciones a mirar más allá de lo aparente, a cuestionar, a amar y a soñar.

La próxima vez que veas un crepúsculo y te maravilles con la paleta de colores en el cielo, o sientas el tormento y el éxtasis del amor, recuerda a Goethe, el hombre que, con pluma en mano, capturó la esencia misma de la vida. ¡Prost, Johann!

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